María Alejandra Toro Vesga Cultura y Entretenimiento
Además de coleccionar obras de artistas consagrados, Pérez se interesa por los artistas emergentes. |
El coleccionista Jorge Pérez, desarrollador de bienes raíces en EE. UU. y mecenas del arte, es uno de los invitados a la décima edición de ArtBo, que se inicia hoy en Corferias.
Aunque dejó de vivir en Colombia hace más de 40 años, el coleccionista Jorge Pérez no ha dejado de estar vinculado con el país que lo recibió cuando era un niño. Este hombre de 65 años, conocido por ser un gran coleccionista de arte, es uno de los invitados VIP a la Feria Internacional de Arte de Bogotá (ArtBo), junto con personajes como Jesús Fuenmayor, director de la Cisneros Fontanals Art Foundation, o Tanya Bar-son, curadora de arte internacional de la Tate Modern de Londres.
No en vano, para la directora de ArtBo, María Paz Gaviria, Pérez es uno de los personajes internacionales más importantes de esta feria, que se realiza por décima ocasión y a la que asiste por segunda vez. Y lo hace porque considera que “Colombia tiene hoy en día a los mejores artistas jóvenes del mundo”. Desde que tenía 20 años, Pérez colecciona obras que van desde Diego Rivera hasta grandes esculturas de Sandro Chía u obras de Julio Leparc.
Nacido en Buenos Aires, es un reconocido comprador de arte que se pasea por los estands de las galerías en las principales ferias de arte del mundo como si fuera un niño en una tienda de juguetes. Así lo describen quienes lo acompañan cuando sale de compras o cuando conversa con los artistas, a quienes visita en sus talleres, sin importar el lugar en donde esté.
Por supuesto, el arte colombiano está dentro de su radar. Ha adquirido piezas de Doris Salcedo, Óscar Muñoz, Nadín Ospina, Carlos Rojas, Óscar Muñoz, Olga de Amaral, Mateo López y claro está, de Fernando Botero, a quien visita a menudo en su taller de Pietrasanta (Italia). De hecho, una de sus piezas, Torso masculino (1992), la famosa escultura en bronce de tres metros de alto, que se ha visto en lugares como los Campos Elíseos, en París, hará parte de uno de los lujosos proyectos de vivienda que le han dado fama en Miami (EE. UU.).
Y como la oferta de espacios y de artistas en Bogotá es cada vez mayor, sobre todo si de trata de artistas emergentes o contemporáneos, que son su principal interés en es- ta visita, Pérez estará recorriendo algunas galerías de la capital: “Hay varias que son muy buenas”, afirma. La primera pieza de arte colombiano que adquirió fue de Alejandro Obregón, una naturaleza muerta que hace parte de la colección del Pérez Art Museum Miami (Pamm), antes llamado Miami Art Museum.
Y es que, hoy en día, su colección se divide entre las piezas que están en ese museo y las que tiene en su casa de la Capital del Sol, donde alberga obras de artistas de todos los tiempos y procedencias, que van desde Alex Katz, Joaquín Torres-García o el mexicano Diego Rivera.
Este hombre, catalogado en el 2005 por la revista Time como uno de los 25 hispanos más influyentes en Estados Unidos, ha tenido sus altas y bajas. Sus padres, de origen cubano, abandonaron la isla cuando Fidel Castro tumbó a Fulgencio Batista y se fueron a Argentina, donde nació Pérez. De ahí se vinieron a Colombia, donde se graduó como bachiller del Colegio Nueva Granada. Así comenzaron sus nexos con el país, que se mantienen hoy por hoy por su relación con galeristas y artistas colombianos.
A los Estados Unidos llegó en 1968, “por cosas de la vida, más que todo románticas”, dice Pérez, refiriéndose a una novia colombiana que tuvo durante esa época. Dentro de sus planes no estaba quedarse pues, curiosamente, lo que tenía en mente era estudiar y volver a Colombia, para trabajar en el Instituto Colombiano para la Reforma Agraria (Incora).
Sin embargo, un viaje por el Viejo Continente y una visita a Miami le cambiaron esos sueños. En sus palabras, vio a la Ciudad del Sol “como un lienzo vacío”. Se refería a aquellas zonas menos habitadas y deprimidas y que empezó a reactivar a partir de la construcción, con proyectos que hoy son condominios de lujo.
Así, en 40 años de trayectoria, ha amasado una fortuna que estuvo a punto de perder en el 2007, cuando estalló la burbuja inmobiliaria en Esta-dos Unidos y se precipitaron los temores de una gran recesión.
En medio de la crisis global siguió comprando arte. Es más, su compañía cuenta con un equipo de curadoras que lo acompañan en las ferias y en las subastas y que lo asesoran a la hora de adquirir piezas. Sin embargo, dice el coleccionista que su principal criterio es que las obras le encanten: “No soy un comprador científico ni me interesa si un artista vale más o menos, porque no son obras que vaya a vender”.
Con ese criterio, ha armado una gran colección de obras maestras, que nació porque esa era su forma conservar sus recuerdos de Latinoamérica y, al mismo tiempo, de aumentar el interés en Estados Unidos por la creación artística de esta región. Y aunque el arte latinoamericano sigue estando entre sus favoritos –sobre todo la obra de artistas cubanos emergentes y que, por la situación política de la isla, son poco conocidos fuera de Cuba– hoy en día se ha ido ‘liberando’ un poco y ha ampliado su colección a todos los países.
Ahora, además de coleccionar arte se le ha medido a comisionar proyectos a artistas para los proyectos que desarrolla su compañía de bienes raíces y que van desde instalaciones hasta obras de gran formato, como la que le encargó al argentino Fabián Burgos para uno de sus proyectos, Brickell Heights, y con el cual transformará los pisos destinados al parqueo en una gran pieza abstracta, cargada de color y similar a una de sus obras más conocidas, Veloci-
‘Colecciono para Miami’
Además de poner obras en el espacio público o dentro de sus proyectos, hace un par de años Pérez donó la mitad de su colección, avaluada en 20 millones de dólares, al entonces Miami Art Museum, que en el 2013 reabrió con su apellido encabezando su nuevo nombre, en un moderno edificio con vista a la bahía de Biscayne.
Pero su interés por ofrecer una mayor oferta cultural no se limita a las artes plásticas. Ha sido asesor del Miami-Dade Cultural Affairs Council, miembro del University of Miami Board of Trustees y director del Festival de Cine de Miami. Incluso, ha mantenido relaciones con personajes co-mo Bill Clinton y Barack Obama.
Y así como octubre es el mes del arte en Bogotá, con tres ferias marchando; diciembre se ha convertido en el mes del arte en Miami, en el que se realizarán Art Basel Miami, Art Miami –que llega a su edición 25– y Untitled, una de las ferias ‘satélites’ que buscan enriquecer el mercado del arte y la oferta cultural de dicha ciudad.
Para Pérez, el arte, al igual que los libros, enriquece su vida. No en vano, a pesar de que su compañía llegó a tener pérdidas por un billón de dólares, jamás consideró vender sus obras.
Y su consejo a la hora de iniciar una colección es “amar lo que se está comprando, el mercado del arte cambia mucho”, concluye. Cortesía: The Related Group
Algunas obras donadas por Pérez al Pamm:
1. Wilfredo Lam ‘Doble desnudo II - mujeres recostadas’ (1937) |
2. Joaquín Torres García ‘Construcción con dos máscaras' (1949) |
3. Diego Rivera ‘Naturaleza muerta’, (1908)Fotos: Pérez Art Museum Miami |
Lo que hay para ver este fin de semana
Hoy en ArtBo
2:00 p. m.: Presentación de NC-Lab, Laboratorio de Pensamiento Creativo.
3:30 p. m.: Presentación de ‘El Lobo’, de Antonio Caro.
5:00 p. m.: Mesa redonda: ‘Colecciones institucionales desde y sobre Latinoamérica’, con Tanya Barson -curadora de arte internacional de la Tate Modern (Londres)–, Agustín Pérez-Rubio, director del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), Liz Munsell -asistente curatorial de Arte Contemporáneo del Museum of Fine Arts, (Boston)– y Alma Ruiz, curadora senior del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (Moca).
Otras ferias
Sincronía: Unas 500 obras de 77 artistas, la oferta en el norte de Bogotá. Calle 72 n.° 8-26 y cra. 9.ª n.° 70A -46.
Odeón: proyectos in situ, conversatorios sobre el coleccionismo y obras de 14 galerías se pueden ver hasta el domingo, en el Espacio Odeón: cra. 5.ª n.° 12C-73.
La Feria del Millón: 50 artistas, emergentes y algunos con más carrera exponen en el Centro Creativo Textura, donde se realiza Voltaje, salón de arte electrónico. Hasta el lunes. Carrera 54C n.° 5C-33.
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